Cinco militantes del PP dieron ayer la cara por el grupo que lleva meses ejerciendo la oposición interna para hacer un llamamiento a votar en blanco contra la candidatura única que encabeza Anselmo Díaz Cabello y hacer así patente el descontento con las formas del partido, sin descartar que la vulneración de los estatutos, que ellos denuncian, acabe en los tribunales vista la callada por respuesta de la dirección del PP a sus recursos.

"Es un insulto que digan que somos 12 o 20 cuando somos bastantes más", dijo Gemma Fuentes, sin precisar cuántos, aunque para presentar una candidatura hacen falta cerca de 220 avales. Pero ayer rechazaron hacer una lista alternativa, "porque no vamos a legitimar un proceso que de entrada no es democrático", dijo Eva González.

ESTATUTOS Y DANDO LA CARA Ambas jóvenes y los veteranos Felipe Macayo, Alberto Manzano y Angel Hernández Marchena comparecieron sin miedo a que el partido les abra un expediente y con la libertad de no haber sido nunca cargos. "Lo que queremos es un partido unido y lo único que nos mueve es el sentido de responsabilidad y lealtad al partido". Así reivindicaron su derecho a expresar su opinión.

Con los estatutos en la mano, sugieren un posible pucherazo para dejar votar el 2 de abril a personas recién afiliadas e incluso a algunas expulsadas y otras con faltas graves a sus espaldas. "Queremos que se cumplan los estatutos y ponemos en duda la legalidad de la incorporación masiva de 150 personas para después, con mucha premura de tiempo, convocar elecciones y eso es kafkiano o chirigota, pero no serio", puntualizan.

También apelaron a los estatutos para condenar una moción valiéndose de una tránsfuga del PSOE y defendieron a Victoria Domínguez, pero también a Raquel Puertas, hoy socia del gobierno del PSOE. "La gente de la calle quiere ganar en las urnas, pero no así". Mientras avisaron de que si sigue la ruptura, la última vía podría ser la de una lista alternativa en el 2007.