Los fieles a la romería del Puerto habrán amanecido con la esperanza de que salga el sol, como ayer tarde para la ofrenda floral a la patrona, justo después de la tormenta. Porque si cae otro chaparrón, la cofradía advirtió ayer de que tendrá que suspender la procesión. No así si chispea, que para eso dice su presidente, Cándido Cabrera, que se podrá sacar a la Virgen en su urna de cristal a las seis de la tarde.

Los preparativos siguen adelante y hasta las dos de la tarde pueden apuntarse en el santuario cuantas personas quien cargar con la patrona en la procesión. La cofradía espera organizar al menos tres turnos por la experiencia del año pasado, lo que supone 150 personas a razón de cincuenta por cada uno y uno de los relevos formado sólo por mujeres.

Mientras tanto, el ayuntamiento ha pedido abstenerse de subir al Puerto en vehículos propios y hacer uso de los autobuses urbanos, que saldrán a las 07.30 y 08.30 de la mañana de la Puerta del Sol para las primeras misas y a partir de las diez ya con la frecuencia habitual desde ahí mismo, San Miguel y la colonia de Guadalupe. La carretera se cortará a las cinco a la altura del Hospital Virgen del Puerto y no se reabrirá ya hasta que termine la procesión. La misa solemne estará presidida por el obispo Amadeo Rodríguez Mago, a las 11.30 de la mañana.