Agujeros de distintas dimensiones donde antes había pivotes u otros elementos del mobiliario público causan caídas a los peatones que en la mayor parte de los casos no se denuncian. "Necesario para que el ayuntamiento, al menos, se dé por enterado de los desperfectos porque no hay ningún servicio municipal que esté vigilante de ello" indicó ayer una fuente municipal. Tal es la recomendación no oficial a los afectados por caídas en la vía pública como la que causó el viernes a una mujer lesiones en una mano al tropezar en San Pedro con el agujero donde debió estar anclado uno de los pivotes que se ponen para evitar aparcar a los coches en las aceras.

Hechos como éste solo trascienden si el afectado acaba poniendo una denuncia contra el ayuntamiento, pero mientras tanto, estas otras barreras arquitectónicas por falta de mantenimiento siguen en la calle y por lo general a quienes más afecta es a las personas mayores con lo que las consecuencias de una caída pueden ser más graves. "Llevo todo el puente con calmantes --explicó ayer quien denunció públicamente su tropezón en San Pedro-- pero por lo que más temía cuando vi que me caía era por mis rodillas, que ya las tengo yo bien malitas y ya sabemos qué débiles tenemos los huesos de mayores".