La vecina de Miralvalle que falleció el viernes al caer de un cuarto piso nunca antes había intentado suicidarse ni había dado señales de que pudiera atentar contra su vida, por lo que el trágico suceso sorprendió a su familia. La mujer, de 51 años y no 44 y que ahora no trabajaba como publicó este diario por error, sufría una depresión, pero nada hacía pensar en tan trágico desenlace. Su muerte causó conmoción al ser una familia muy querida.