La alarma saltaba a las diez de la noche del miércoles. Una joven madre y sus dos hijos de seis meses y dos años llegaban de un paseo cuando se toparon con las llamas en su piso, situado en la calle Tornavacas, en Rosal de Ayala, según el testimonio de la abuela, en cuya casa pasaron la noche. Al llegar ellos, los vecinos ya se habían echado a la calle y habían llegado bomberos y policías mientras ardían la cocina y el tejado por causas desconocidas.

El incendio será ahora objeto de investigación policial porque supuestamente no había nadie en el interior de la casa cuando se produjo el siniestro y la mujer dijo no haber dejado nada en el fuego. "Si mi hija nunca cocina en su casa, que comen en la mía y solo van allí a dormir", explicó la madre. El marido no vive en el piso, porque están en trámite de separación. Las dos dotaciones de bomberos acabaron de extinguirlo a la hora y media, y la normalidad volvió a la calle.