El ayuntamiento ha impuesto una multa de 300 euros para cada uno de los tres jóvenes sorprendidos por la policía local cuando volcaban contenedores y esparcían la basura por la calle. Un agente de paisano los cogió in fraganti el domingo pasado a primera hora de la mañana en la esquina de la calle de los Quesos con San Martín y como insultaron a los agentes, según informó ayer el gobierno del PSOE, fueron denunciados además en la comisaría y el juez dictamirá ahora si también tienen que pagar por un presunto delito de resistencia a la autoridad.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo, había anunciado su intención de aplicarles la máxima sanción con la ordenanza municipal antivandalismo en la mano como una medida ejemplarizante. "Estas conductas deben ser corregidas --advirtió el edil-- y de suerte que fueron pillados in fraganti por la policía local", recordó.

De haberse tratado de menores, la ordenanza contempla la posibilidad de canjear la sanción económica por trabajos a la comunidad, pero como son mayores de edad tendrán que abonar los 300 euros cada uno. Otros actos de vandalismo quedan impunes porque los autores no son pillados in fraganti, no hay testigos o no hay pruebas.