Arrancar o pintar la señalización pública, incendiar contenedores o talar árboles situados en la vía pública o en jardines. La realización de estas acciones saldrán muy caras a sus autores porque podrían ser sancionados hasta con 3.000 euros.

Así lo explicó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo, tras presentar una nueva ordenanza municipal que pretende acabar con los actos vandálicos que tanto preocupa a la ciudadanía, que degradan tanto la ciudad y deterioran la calidad de vida. Además de que le cuestan al ayuntamiento una cantidad de 30.000 euros al año.

Raimundo señaló que "es un tema que nos preocupa porque existen colectivos minoritarios que realizan estos actos y queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad". En lo que va de año, la policía local ha actuado en 21 ocasiones por actos de este tipo, sobre todo por la quema de contenedores y destrozos en papeleras de la zona centro.

SANCIONES ECONOMICAS A pesar de que en un principio el gobierno del PSOE habló de canjear las multas por trabajos a la comunidad, la normativa llevará a cabo la implantación de sanciones económicas para los autores de los actos vandálicos.

Las multas serán entre 100 y 3.000 euros y se distiguirán según la gravedad de las infracciones: impedir el normal funcionamiento de los servicios públicos, incendiar contenedores o pintar señales de tráfico serán faltas muy graves y se sancionarán hasta con 3.000 euros; daños en árboles, tirar cohetes sin autorización municipal o el consumir alcohol por parte de menores de 18 años serán graves con multa de 1.500 euros y, por último, cualquier daño al mobiliario urbano serán leves y podrán llegar hasta 750 euros.

A pesar de estas cuantías, la ordenanza señala que "salvo previsión legal en contra, las multas serán de 100 euros las faltas leves, 300 las graves y 800 las muy graves". El ayuntamiento podría aprobar la nueva normativa en el pleno ordinario correspondiente al mes de septiembre.