Este mes ha comenzado la remodelación de la puerta del Sol con el derribo de un edificio anexo a la muralla y las actuaciones continuarán el mes próximo con el derribo de los muros perimetrales del aparcamiento que ahora gestiona Protección Civil.

Esa es la intención del ayuntamiento, después de que la Comisión Especial de Protección del Recinto Intramuros haya dado luz verde esta semana al proyecto. Según ha explicado el concejal de Urbanismo, José Antonio Hernández, no se trata de una actuación que requiera mucho tiempo, con lo que la previsión sería empezarla y terminarla en el mismo mes de abril.

El ayuntamiento ya había anunciado en numerosas ocasiones su intención de actuar en ese espacio desde que, en virtud de una expropiación, es municipal. La idea era haberlo hecho el año pasado, pero finalmente no se hizo. En mayo del año pasado, el alcalde explicaba que el desmonte del muro requería de una supervisión arqueológica, por prudencia. "No nos atrevemos a desarmarlo sin el asesoramiento de alguien, porque además, hay cierto desnivel entre la calle Pablo el Diácono y el párking".

Tras un pormenorizado estudio, se ha concluido que los muros no tienen ningún tipo de valor arquitectónico. Datan de principios del siglo XX, con lo que la actuación la realizará la brigada de obras, que también demolerá las dos pequeñas construcciones del interior del aparcamiento, una que acoge la taquilla y otra unos baños.

De esta forma, el espacio quedará diáfano, sin barreras arquitectónicas ni visuales, y el proyecto contempla asfaltar el aparcamiento y, eso sí, proteger la torre de su interior con un vallado a media altura y colocar un panel de información histórica.

No obstante y, según han explicado miembros de la comisión del PEPRI, el nuevo plan general contempla la posibilidad de ubicar un edificio residencial en la manzana ahora libre donde está situada la tienda The phone house y otras.

ESQUINAZO Una vez actuado en el aparcamiento, faltaría derribar otro muro, el que hace esquina en el cruce con las avenidas de La Salle, Alfonso VIII y la avenida de la Vera. Una vez derribado, el espacio se añadiría a la calle, para eliminar el corral que hay actualmente y así el ábside de la antiguo hospital de la zona sería aún más visible.