Los vecinos de la plaza de San Miguel, alarmados, llamaron la noche del martes a la policía nacional porque un menor estaba pegando tiros a diestro y siniestro en plena calle con una pistola que resultó ser de juguete cuando se la requisaron los agentes, según informó ayer la Comisaría. Lo que desconocían los testigos, que creyeron que era una pistola de aire comprimido, por lo que no tardó en dispararse la alarma vecinal.

La policía remitirá ahora el informe de su intervención a la Fiscalía de Menores para que tome medidas correctoras. El niño, de unos once años, está a cargo de uno de sus abuelos en ausencia de los padres.