Más de dos meses después de que el ayuntamiento adjudicara la esperada reforma de la avenida de la Vera, aún no ha comenzado, sumando así su enésimo retraso. Fue el 20 de abril cuando el equipo de gobierno encargó a Araplasa el proyecto por 120.000 euros, pero la semana pasada, la empresa aún no había firmado el contrato correspondiente, según informó la asesora de comunicación del equipo de gobierno.

La anterior concejala de Obras, Mónica García, explicó al adjudicarse los trabajos que la empresa tenía un mes para la firma del contrato --con lo que debería haberlo hecho a finales de mayo-- y otro para la comprobación del replanteo que marca el inicio de las reformas pero, lógicamente, este trámite tampoco se ha hecho.

Esto contrasta con los deseos de agilidad que manifestaba entonces García dado que los vecinos y comerciantes de la calle llevan ya doce años demandando y esperando la obra. Esta consistirá en la eliminación de una fila de aparcamientos para así ensanchar los acerados, ahora tan estrechos que no pueden cruzarse dos carritos de bebé.

La asociación de vecinos e industriales de Vera-Elena reclama los trabajos no solo por comodidad de vecinos y paseantes sino también para favorecer las compras en una de las calles con más establecimientos comerciales y donde, precisamente por lo incómodo de los accesos, incluso algunas franquicias han rechazado instalarse.

El proyecto ha pasado ya por varias corporaciones, hasta que la anterior del gobierno socialista decidió asumirlo, pero tuvo que sacarlo a licitación hasta tres veces para ajustar el presupuesto, dado que las empresas no concurrían a los concursos y quedaban desiertos. Así, los 120.000 euros previstos en principio para reformar toda la avenida, han quedado finalmente para la mitad de la calle y la obra se hará en dos fases.

Falta saber cuándo comenzará, dado el nuevo retraso y si, una vez firmado el contrato, el ayuntamiento exigirá a la empresa el inicio inmediato de las obras --que durarán unos cuatro meses-- para que no se demoren más. Los vecinos, hartos de esperar, dicen: "No nos creeremos que van a hacer la obra hasta que no la veamos empezar".