La denominada ruta del colesterol , el Puerto y lo que le echen. A la diócesis de Plasencia le ha salido un obispo deportista que da ejemplo diario por la carretera del Puerto o por el popular paseo entre los puentes atravesando el parque de La Isla. Como tantos, solo que Amadeo Rodríguez Magro tiene que hacer más altos en el camino que nadie. "A la gente le agrada muchísimo encontrárselo en el camino y nos paran para saludarle", cuenta su fiel compañero de fatigas y secretario, Juan Luis García.

"Aunque también --apunta con gracia-- escuchamos decir por lo bajini ¿pues ese no era el obispo?". Si dispone de más tiempo suben al Puerto para visitar también a la Virgen, como ayer tarde, y por si alguien se pregunta cómo se viste un obispo para hacer ejercicio, pues con calzado cómodo y el alzacuello. La ropa deportiva, incluidas las zapatillas, las deja para los domingos, que toca ruta por Monfragüe. El obispo no oculta que empezó por prescripción médica porque es diabético, pero le ha cogido afición y reconoce que caminar en plena naturaleza ayuda también a recargar pilas en el quehacer diario. Así que le agrada pensar que su ejemplo pueda cundir. "Para la gente es un signo de cercanía", según percibe su secretario.

Fíjense, entre los numerosos caminantes que suben a diario al Puerto puede cruzarse con el obispo. Quién sabe si se animará a apuntarse algún fin de semana a las rutas de senderismo que están en boga, desde las del Bordón a las de los grupos de montaña. Sería bienvenido como uno más.