Después del accidente de tráfico que sufrieron el lunes, el obispo Amadeo Rodríguez y el vicario general Juan Bautista Lobato evolucionan de forma favorable en sus lesiones. El obispo se recupera de los golpes y magulladuras que sufrió y ayer ofició la misa de año nuevo en la catedral. El vicario también está en su domicilio recuperándose de una doble fractura de clavícula y una fuerte conmoción. El accidente se produjo cuando el coche que conducía el vicario fue embestido lateralmente por otro automóvil cuando se disponía a concluir la raqueta de acceso a un restaurante.