Los vecinos de Gabriel y Galán que ocupan ilegalmente una vivienda social porque en su día dieron la patada en la puerta tendrán derecho ahora a solicitar un nuevo piso. La concejala de Barrios, Carmen Blázquez, lo comunicó ayer al informar sobre la apertura del plazo de solicitudes para la adjudicación de las viviendas sociales que están vacantes.

El concejal de Bienestar Social, Victoriano Durán, aclaró que se considera vacante no sólo a las viviendas vacías sino también a las que han sido ocupadas ilegalmente, unas 90 en Gabriel y Galán y La Esperanza, pero acto seguido ambos ediles insistieron en que, según la convocatoria remitida por la Dirección General de Vivienda de la Junta, "la posibilidad de pedir casas la tiene todo el mundo".

LA NORMA Esto contrasta con las causas que la Junta establece para extinguir los contratos de los inquilinos legales, entre las que se encuentran "la conducta asocial del inquilino cuando dificulta la convivencia y la realización de obras sin licencia", prácticas habituales entre los residentes a los que ahora se les permitirá acceder a un piso, según han denunciado los vecinos en numerosas ocasiones.

Respecto a la ocupación ilegal de locales por parte de miembros de la iglesia evangélica, Durán se limitó a decir: "eso es un tema de la Junta", mientras Blázquez explicó que pertenecen a Patrimonio, donde ayer remitió el informe de la policía local sobre las últimas obras realizadas el viernes en varios locales al tirar varios tabiques para ampliar el salón de cultos.