Como el Ulises de Homero, la escultura de Don Quijote de acero inoxidable que hoy se inaugurará en el parque de Los Pinos ha vivido su propia odisea. La figura es obra de un placentino que reside en el País Vasco y allí le ha dado forma para donarla a la ciudad.

Manuel Iglesias, el autor, calcula que le ha costado 66.000 euros de los que el ayuntamiento se ha comprometido a pagar 6.000, pero el resto ha corrido de su cuenta. Así, y puesto que el material lo consigue de un proveedor de la empresa Hierros Díaz, trató primero de trasladar el Quijote a la ciudad en uno de sus camiones, pero como podía resultar dañado, al final viajó en otro camión vacío.

El miércoles por la tarde llegó la obra a Plasencia y, como el ayuntamiento no había dispuesto ningún lugar donde guardarla, Manuel optó porque pasara la noche en un almacén de Hierros Díaz, de donde un camión de la misma empresa trasladó ayer la escultura al lugar que ocupará junto a la puerta de Los Pinos.

Terminado el viaje, Manuel se queja de que "ha habido bastante despreocupación por parte del ayuntamiento. Estoy un poco disgustado porque no se han volcado y ni siquiera han puesto iluminación". La edil de Cultura ha preferido no replicar.