Me dice mi maestro G.H.B. que no me ha visto estos días, refiriéndose a la feria del libro. La salud me lo impidió, si no, bien sabe él que no hubiera faltado a las presentaciones de amigos como Javier Morales y su Trabajar cansa . Y añade que al final siempre coincidimos la misma gente en los mismos sitios. Cierto es.

La oferta existente contribuye a la lógica de esta grata coincidencia. Personas con inquietudes similares que dan vida a esta ciudad con su asistencia a los diversos actos que acontecen.

Algunas, divididas entre dos amores, sostienen que no se debe contraprogramar o que hay que estructurar la agenda de actos entre las diferentes horas y días, cuando, me consta, el Ayuntamiento de Plasencia ha tratado de hacerlo desde la pasada legislatura, creando una Concejalía de Promoción y Coordinación Cultural y, lamentablemente, la labor ha sido imposible.

A todo el mundo le gusta que sus partidos se jueguen en las horas de máxima audiencia y nadie convencerá a nadie de que la presentación de su libro sea, por ejemplo, un miércoles a las 17:00 horas, máxime si el calor aprieta y la siesta se impone.

Creo que lo mejor es apostar por la diversidad teniendo como muestra la Noche Abierta, capaz de, en pocas horas, agrupar el mayor espectro cultural posible. Y que gane la más guapa. Aunque sí, a veces es duro elegir, pero las elecciones también nos hacen amar más y mejor.

Otros, como los críticos deconstructivos, opinan que no se hace nada interesante en cultura, precisamente, a quienes no sueles ver en ningún evento cultural. De todo ha de haber en la viña, de ahí que cada cosecha tenga uno u otro valor.

Finalmente, se encuentra el corporativismo, asistente única y exclusivamente a lo que él organiza, no así a lo del vecino, aun siendo de la misma índole.

Tal vez ayudara una mayor difusión para atraer a foráneos a participar de más actos culturales. O tal vez no. En cualquier caso, cada uno hace lo que puede con su vida y granitos de arena construyen montañas.