El director de Cáritas Diocesana advirtió ayer de que los excluidos son cada vez más jóvenes y de que esta tendencia va a continuar en los próximos años. Serrano Pino lo achacó al fracaso escolar porque, según sus datos, afecta a más del 30% de los jóvenes de la región.

Así, de los más de 15.000 desfavorecidos atendidos en el 2002, entre el 25 y el 30% fueron jóvenes. Martín explicó que, así las cosas, la obsesión y preocupación de Cáritas es insertarles en el mercado laboral y, de hecho; más 300 jóvenes pasaron el año pasado por su programa de empleo y economía social.