La oposición, mayoritaria, marca los tiempos al gobierno de Elia Blanco. En el último pleno logró impedir que los socialistas vuelvan a aprobar, sin dar cuenta a nadie, facturas de gastos hechos a espaldas del presupuesto. O sea irregulares porque no tienen consignación o están hechos al margen del procedimiento administrativo. A partir de ahora no será ya una competencia exclusiva de la junta local de gobierno, sino que la aprobación de la llamada deuda extrajudicial dependerá del pleno donde el bloque opositor suma la mayoría.

Tanto es así que el gobierno del PSOE no se atrevió en el pleno del pasado lunes a votar en contra, sino que la modificación salió por unanimidad. Los portavoces del PP, Fernando Pizarro, y del CCPL, Félix Macías, defendieron la moción, a la que se sumó la tránsfuga del PSOE, Pepa Pérez Camisón, como una medida de transparencia. Por lo pronto, en mayo fue la última deuda extrajudicial reconocida por la junta de gobierno y ascendió a 333.640 euros correspondientes a 450 facturas de gastos hechos por los concejales durante el 2004 sin consignación presupuestaria.

Se llama reconocimiento de deuda extrajudicial porque es el trámite que le está permitido a los ayuntamientos para poder pagar gastos irregulares sin que el afectado tenga que recurrir al juzgado. Pero las instituciones públicas suelen abusar de este procedimiento. De hecho tampoco la actual oposición escapó a esta práctica en su anterior etapa de gobierno y también era competencia suya.

Sin control previo

La diferencia, según dijo Pizarro en el pleno, es que el PSOE eliminó de un plumazo el control previo de la oposición al suprimir la comisión de Compras que había creado el PP. Aunque sí pasan por la comisión de Hacienda y en el 2002, era el PSOE quien denunciaba que el PP suprimió el control previo de la oposición precisamente en la comisión de Hacienda para mayor agilidad y, recordó el entonces edil delegado, Anselmo Díaz Cabello, que las comisiones son sólo informativas, como ahora.