Una imagen vale más que mil palabras y la concejala Pepa Pérez Camisón se presentó ayer con un batallón de fotografías tomadas en diversos puntos de la ciudad para probar que la limpieza sigue siendo una asignatura pendiente del ayuntamiento. Imágenes de suciedad desde el Berrocal hasta el resbaladero de las Capuchinas, restos de botellón sin recoger en San Martín, acumulación de cartones a diario cuando cierra el comercio de la calle del Sol o las manchas de la antigua travesía.

Son sólo algunos de los ejemplos que puso la exsocialista para justificar la queja común de un sinfín de barrios y achacar la falta de limpieza a una mala gestión municipal. "No depende de la concienciación ciudadana ni de la propia empresa, sino del gobierno que no ha sabido revisar un pliego de condiciones que ya era obsoleto mientras Plasencia ha seguido creciendo".

Así juzgó ayer la tarea de su excompañera de gobierno, Carmen Blázquez, quien reparte, sin embargo, las culpas entre la falta de sensibilización de los vecinos que no respetan las normas de limpieza y la empresa a la que abrió el año pasado un expediente para comprobar si cumple o no el pliego.

CAMPAÑAS EN PUNTO DE MIRA Mientras se resuelve el expediente y entre campañas de sensibilización, la oposición denuncia que el estado general de limpieza deja mucho que desear. "La concienciación es importante --añadió el portavoz del PP, Fernando Pizarro-- pero no suficiente"; mientras Camisón dudó de la eficacia y el buen gusto de "hacer salir a niños, mayores y discapacitados a limpiar la ciudad cuando aquí lo que hay es una mala gestión", subrayó.

Así propuso al gobierno del PSOE que contrate el personal suficiente para reforzar el servicio de limpieza y le reclamó una solución definitiva a la recogida de cartones en la calle del Sol.