La alcaldesa citó ayer a su despacho a los propietarios de las pistas de verano para renovar el llamado pacto de caballeros por el que se comprometen a controlar el nivel de sus equipos de sonido y a no molestar a los vecinos con la novedad de que este año se ha sellado por escrito, según indicó la concejal de Seguridad Ciudadana, Josefa Pérez Camisón, quien destacó la buena disposición de éstos.

"Les hemos dicho que no queremos llegar a cerrar y para ello tienen que cumplir su compromiso y colaborar". La edil recordó a los representantes de las tres pistas de verano la obligación de cerrar a las seis de la mañana los fines de semana y a las cinco los días de diario aunque el nuevo gobierno del PSOE hizo hincapié en velar porque los ruidos no dejen en vela a los vecinos.

MARGEN DE CONFIANZA

Así, los propietarios se han comprometido a estar en permanente contacto con la Policía Local y a bajar el nivel de sonido si se producen quejas vecinales. De hecho, el fin de semana pasado fue el primero de la temporada y las asociaciones de vecinos más próximas como son la avenida del Valle, Rosal de Ayala y aledaños han dado un margen de confianza a las pistas aunque no tanto por los ruidos que provoca el tránsito de personas y por el buen estado de algunos árboles de la avenida del Valle.