Las parroquias de la ciudad invirtieron el año pasado más de 56.000 euros en proyectos de ayuda al Tercer Mundo. La información sobre los datos y las iniciativas llevadas a cabo en otros países la han facilitado el obispo y el vicario de asuntos económicos como ejemplo de algunos de los gastos con los que corre la diócesis anualmente.

Así, la ayuda a otros países se dirige fundamentalmente a Africa e Iberoamérica y ha permitido financiar desde un comedor social hasta un molino eléctrico para maiz, pasando por apadrinamientos; formación de jóvenes y catequistas; paquetes de medicamentos etc. en zonas como Guinea Ecuatorial, Perú o Zimbabwe.

Pero monseñor Amadeo Rodríguez destacó que este es solo uno de los gastos que realiza la diócesis, a los que hay que sumar también las obras en templos y casas parroquiales; el dinero para sacerdotes y personal; los propios gastos de funcionamiento; reparaciones; colectas para otras instituciones y campañas para Cáritas, Manos Unidas o el Domund.

Todas estas cuestiones las puso de relieve para recordar a los católicos que a partir de ahora "dependemos de nosOtros mismos" debido al acuerdo con el Estado por el que este deja de dar una aportación directa a la Iglesia. Así, "la iglesia percibirá lo que los católicos marquen en la casilla de la declaración de la renta", que supone un porcentaje del 0,7%.

En esta idea y lo que la Iglesia hace con este dinero se incidirá el Día de la Iglesia Diocesana.