La perrera municipal está obligada a desprenderse de una treintena de animales y a no acoger a más de cincuenta por falta de infraestructura y para ajustarse al personal de mantenimiento. Así se lo ha ordenado la Junta de Extremadura a la concejalía de Sanidad, según ha confirmado su titular, Raquel Puertas, quien se ha puesto al habla con la Protectora de Animales para buscar una salida a los perros. "No queremos tener que sacrificarlos y estamos buscando otras alternativas porque por la fosa aséptica no podemos tener más de cincuenta, pero tenemos como ochenta y es insostenible hasta económicamente" indicó.

De momento la concejalía ha empezado por buscarlos ubicación en perreras de localidades cercanas y contempla la posibilidad de organizar una jornada de puertas abiertas para promover la adopción. Al igual que la Protectora monta periódicamente en la plaza Mayor un expositor para el fomento de las adopciones de perros. Pero la concejala ha advertido de que urge una solución a la vista del informe recibido por la Junta y que coincide con el emitido por el veterinario contratado por el ayuntamiento para atender el servicio.

Ambos señalan que la perrera municipal, a punto de declararse núcleo zoológico por la Junta de Extremadura, está saturada. Las recientes obras de mejora no han incluido una ampliación porque al ayuntamiento los más de 800 euros mensuales que le supone su mantenimiento le parece ya una cantidad más que suficiente. Así lo destacó la concejala delegada, quien dio tal valoración económica en alimentación y gastos médicos como ejemplo del esfuerzo del ayuntamiento visto que el vacío del servicio de recogida de perros de diputación ha disparado la acogida en las instalaciones municipales. "Por eso hemos remitido a diputación una carta para que lo retome" señaló mientras la tasa de 60 euros impuesta a los foráneos por cada perro acogido ha fomentado su abandono en la calle para ahorrarse el dinero.