El parque de Los Pinos volvió ayer a abrir sus puertas, después de que los operarios retiraran de los paseos los cuatro árboles arrancados por el fuerte viento de la jornada anterior. Esto obligó a la concejala delegada, Carmen Blázquez, a ordenar el cierre del espacio el domingo.

Pero tal y como prometió, a las diez de la mañana de ayer reabría el parque, aún con las consecuencias del viento visibles porque los troncos y ramas de los pinos caídos --ya cortados para trasladarlos mejor-- estaban apartadas a los lados de los paseos y la empresa encargada del parque se afanaba en arreglar los desperfectos causados.

La caída de los árboles ha provocado daños en el insectario y los cerramientos de las aves rapaces y de la zona de cría y atención de animales enfermos, pero según los cálculos de Blázquez, estarán de nuevo en perfectas condiciones esta misma semana.

Hasta cuatro pinos arrancó el viento el domingo y otro más corría peligro de caerse, lo que llevó a la concejala a ordenar el cierre de todas las puertas del parque para preservar la seguridad de los numerosos usuarios que habitualmente visitan esta zona de recreo y, sobre todo, los fines de semana. Los que no han sufrido daño alguno han sido los animales que allí viven.