Vecinos de la calle Cartas se han quejado públicamente de que sus denuncias ante la policía y el ayuntamiento por los ruidos y exceso de horario de cierre de algunos establecimientos de la vía «caen en saco roto». Ayer, el PSOE preguntó al alcalde por la situación, porque «existe un problema grave de convivencia y no se termina de poner solución».

A ambos, contestó el alcalde afirmando que, de las «sanciones que pone la policía local, ninguna cae en saco roto, todas las que llegan se firman, todas».

Al edil Iván Sánchez le dijo que la oposición tiene «acceso a las sanciones que pone la policía» y le pidió que vea la Ley de Convivencia y Ocio de la Junta porque «una sanción no conlleva el cierre, se necesitan varias correlativas para que un establecimiento pueda cerrarse».

En materia de ruidos, recordó que fue su gobierno, nada más llegar en el 2011, quien eliminó el botellón, y con esta práctica, un problema de convivencia en la zona del ferial y en el camino hacia la zona centro.

Con todo, manifestó que el gobierno local está «intentando buscar un equilibrio entre el derecho al descanso y la fiesta» y subrayó que, para el ayuntamiento, «primero está el descanso».

No es lo que creen los vecinos, quienes, respaldados por la asociación Intramuros, llevan años llamando a la policía y enviando escritos de queja al ayuntamiento por incumplimentos.