La nueva residencia de mayores prevista en los antiguos pabellones militares podría acoger plazas para personas mayores con hijos con discapacidad a su cargo, es decir, para padres e hijos. Es una opción que, según desveló ayer el alcalde, han planteado algunos colectivos sociales, como las asociaciones de Síndrome de Down y Placeat, y que el ayuntamiento apoya.

Con motivo de una visita a la sede de la asociación, en el recinto Valcorchero, Fernando Pizarro apuntó que una de sus peticiones ha sido habilitar plazas para familias con esta singularidad, que «podrían ocupar por ejemplo la segunda planta», mientras que la primera estaría destinada a personas más o menos dependientes.

Según Pizarro, esta cuestión se ha debatido en la mesa creada para estudiar el proyecto de la residencia, en la que están integradas las oenegés y los directores de los centros residenciales de la ciudad y el Servicio de Atención a la Dependencia de la Junta (Sepad). «Como administración que aporta los recursos para construir la residencia, para el ayuntamiento no habría ningún problema. Es una experiencia que ya se da en otros sitios y habría que analizar las dos convivencias».

La alternativa, actualmente, es que los padres vayan a una residencia y los hijos, a otra.

En todo caso, será el Servicio de Atención a la Dependencia quien tendrá la palabra definitiva porque precisamente es este organismo quien debe dar el visto bueno al proyecto para que el ayuntamiento inicie la elaboración del pliego de condiciones y saque a licitación las obras.

Así lo manifestó el alcalde en el mes de febrero y fuentes municipales señalaron ayer que se sigue esperando la respuesta del Sepad. Según el proyecto, la residencia contará con 82 plazas y el 50% de las habitaciones serán individuales.