EL ETERNO problema volvió el sábado a escena cuando numerosos conductores desafiaron la prohibición de aparcar y la plaza estuvo por momentos repleta de coches a lo largo de la tarde, por lo que la policía local estuvo poniendo multas. Este fue el panorama del sábado mientras los taxistas no dejan de quejarse porque el cierre a diario de las calles perjudica su trabajo y encarece el servicio a los clientes y mientras numerosos ciudadanos, incluido los residentes, protestan porque nunca saben si van a encontrarse subidos o bajados los pivotes. Ello mientras el proyecto de centro comercial abierto tiende a la peatonalización de la zona intramuros y están en juego subvenciones para crear aparcamientos.