La asociación Placeat cuenta con un grupo de danza moderna desde el año 2005 y la Escuela de Danza de la Diputación de Cáceres funciona cada curso en el complejo Santa María. Voluntarios de ambos grupos han formado un conjunto de plena inclusión, que acaba de demostrar sobre el escenario que son uno solo, un grupo donde la discapacidad no se distingue.

Con esta emoción y la satisfacción del trabajo hecho por los chicos durante todo un curso lo vivió Mavi Mata, terapeuta ocupacional de Placeat y responsable del programa. Junto a ella, María Victoria López, la profesora de la escuela de danza, que vio una gala navideña de Placeat y propuso a Mata trabajar conjuntamente.

Así, con entre 15 y 17 chicos han trabajado cada semana con un objetivo: «que el grupo de adolescentes les viera de igual a igual y viera que tienen muchas capacidades», explica Mata.

Las clases se han desarrollado los miércoles. Vicky López impartía la parte técnica y Mavi Mata la emocional, con dinámicas de grupo, el apoyo de unos a otros y ejercicios para «tocarse, sentirse»... Y llegó la actuación fina. El vestuario se confeccionó en el centro ocupacional de Placeat y el grupo, solos, «se organizaron en el escenario» de Santa Ana. El resultado, «bastante bien para ser la primera vez».

Por eso, la idea es continuar con el proyecto, porque los usuarios de Placeat han mejorado en expresión corporal y habilidades sociales y los alumnos de danza se han acercado a la discapacidad y, sobre todo, han conocido la capacidad.

Como broche, tendrán una comida conjunta en la piscina y los alumnos de danza visitarán el centro ocupacional de Placeat para que conozcan de primera mano el trabajo que realizan sus usuarios.