La respuesta del ayuntamiento a la queja por escrito de la asociación de vecinos del Rosal de Ayala será la de pedir a los propietarios de las pistas de verano que bajen el volumen de la música si este fin de semana la policía local vuelve a recibir llamadas de protesta por los ruidos. Así lo ha dicho el concejal delegado, Blas Raimundo, que ha hecho un alto en sus vacaciones para dar tales órdenes a los agentes.

"Este asunto estaba controlado porque los fines de semana anteriores nadie ha protestado, pero si el último ha habido problemas habrá que tomar medidas --dijo el edil-- y ya le he dicho a la policía que si reciben llamadas, le pidan a los dueños que bajen la música". De momento esta es la medida adoptada por el ayuntamiento, cuyos responsable en materia de Seguridad Ciudadana asegura que la policía local controla el funcionamiento de las pistas de verano así como del botellón aunque es obvio que estos locales nocturnos no cumplen el horario de cierre fijado como máximo en las 5.30 horas.