El fuego no es ningún juego, puede acabar con la vida de personas y con sus viviendas. Precisamente, la noche del martes, varias familias, algunas con menores, tuvieron que ser desalojadas de sus casas en Ciudad Jardín por la proximidad de las llamas y por el denso humo de uno de los 5 fuegos que se registraron esa noche y que la Concejalía de Interior subrayó ayer que fueron intencionados. La jefatura de la Policía Local ha instado a los ciudadanos a que pierdan el miedo y "se atrevan a denunciar" a los pirómanos.

El inspector jefe en funciones, José Antonio Quijada, señaló ayer que "la gente por miedo no denuncia, porque los autores son sus vecinos o amigos de los hijos" y se lamentó de que se han recibido pocas llamadas en el 092, habilitado expresamente este verano para las denuncias, que son completamente anóminas porque no se pide dato alguno al denunciante.

Por contra, la concejala de Interior subrayó que "se ha demostrado que la colaboración ciudadana es efectiva" porque las llamadas que sí se han producido han dado como resultado la identificación y vigilancia de varios sospechosos, aunque recordó que es necesario "pillarles con las manos en la masa".

Consideran que se tratan de menores de edad que queman por diversión, aunque Grande hizo hincapié en que los fuegos de la noche del martes y madrugada de ayer fueron "muy planificados y organizados, poniendo en riesgo a personas, viviendas y el medioambiente".

CASI SIMULTANEOS Porque se produjeron "casi simultáneamente" y porque siempre se dan "en días de gran viento" y todo "evidencia una intencionalidad".

El primero se produjo en torno a las 21.45 horas en Gabriel y Galán e inmediatamente, surgía otro en Ciudad Jardín, lindando con el Camino Viejo del Puerto. No pasó al monte Valcorchero por la rápida actuación de los bomberos, efectivos del Plan Infoex, agentes forestales, policía local, Protección Civil y otros cuerpos, pero sí obligó a desalojar varias viviendas durante una media hora. Fue muy aparatoso y difícil de controlar y se quemaron en torno a cuatro hectáreas, según los cálculos aproximados de los agentes forestales.

A su vez, hubo otro pequeño fuego en San Miguel y un cuarto en la zona de Fuente La Serrana, donde las llamas también fueron muy aparatosas y muchos vecinos quitaron los vehículos de la zona. Ya en torno a las 00.30 horas, se producía el quinto, de nuevo en Gabriel y Galán.

Tanto la concejala como el inspector destacaron ayer la magnífica coordinación de todos los cuerpos de seguridad y servicios porque la situación fue tan tensa y complicada que los bomberos tuvieron que pedir refuerzos. Actuaron tres camiones del parque local, además de uno de Nuñomoral, otro de Navalmoral y otro de Trujillo.

Agentes de la policía local hubo en torno a una veintena, algunos voluntarios, y Protección Civil colaboró con otros 8 voluntarios, según destacó ayer su coordinador, Angel Carretero, que explicó que sus funciones fueron colaborar en los cortes de tráfico, dar consejos al ciudadano, con los bomberos y a la hora de evacuar viviendas.

La prioridad era la seguridad, más que la vigilancia de los posibles autores. El inspector Quijada recordó que los incendios de pasto son su prioridad número uno y que por eso han aumentado los efectivos. De hecho, dijo que este año han disminuido con respecto al verano pasado en que solo en julio hubo 49 fuegos. Este año, en junio hubo 16, en julio 15 y en agosto, con los cinco últimos suman 7. "Es un trabajo muy desagradecido porque a pesar de nuestros esfuerzos, los resultados son negativos".

Por eso, Grande apuntó: "Es imposible tener a 40.000 efectivos en las labores de vigilancia, pero sí tenemos 40.000 ciudadanos" para colaborar.