El plan contra la tenencia y el consumo de drogas de la policía local se ha saldado con la imposición de 88 denuncias desde marzo hasta julio.

El primer paso era erradicar el trapicheo en el entorno de los institutos, que el intendente jefe de la policía local, Enrique Cenalmor, cree "solucionado", incluido el consumo "antes de entrar a clase y en los recreos" tras unas 40 denuncias, según explica en una nota informativa.

El siguiente escalón programado abarcaba los parques públicos y algunos puntos específicos, en el que el intendente destaca la "brillante actuación del perro detector de sustancias", que incluso provoca que quienes ven al perro "entreguen la sustancia que llevan de manera voluntaria".

Por sexos, el reparto de denuncias es muy desigual ya que, de las 88 personas denunciadas nueve son mujeres y 79 hombres, dato que Cenalmor atribuye a una "mayor responsabilidad y madurez de la mujer".

Por tipología, las sustancias más habituales en la ciudad, que no difieren del resto de poblaciones extremeñas, son la marihuana, el hachís y la cocaína. Por su parte, la heroína muestra un alto porcentaje de consumo, ya que incluso se detecta en las pruebas de toxicología que se realizan a los conductores.

La droga mayoritaria en las denuncias es la marihuana, que acumula 43, seguida por el hachís, con 19 y la cocaína, con 15 denuncias. La heronía suma 8 y otras drogas han supuesto otras 3 denuncias.

El consumidor de drogas no tiene un perfil determinado, ya que se han detectado jóvenes de toda clase social. El intendente jefe advierte de que el consumo se produce cada vez más pronto, y se inicia "sobre los 13 años".

Por ello, la policía local cuenta con especialistas en drogas que, por ejemplo, impartieron un cursillo de formación sobre el mundo de las drogas durante el curso pasado a 700 alumnos de 14 centros educativos locales.