En contraprestación, la policía pidió al sector empresarial que se tome más en serio las alarmas con el alarmante dato de que hasta en 57 casos en que sonaron en un mes, los empresarios no aparecieron -- no así los policías-- para confirmar si era o no una falsa alarma. "Esto es como el cuento del lobo-- advirtió el jefe de comisaría--porque a veces pueden saltar por un simple pájaro, pero nosotros siempre vamos". Así, se comprometieron a instalar alarmas conectadas a móviles cuyos cables no pueden cortar los ladrones.