La quema de contenedores ubicados en el casco urbano ha dejado de ser considerada una simple gamberrada para convertirse en algo más serio que preocupa al ayuntamiento. Así lo manifestó ayer el concejal de Medio Ambiente, Luis Miguel Pérez Escanilla, tras desvelar que, en uno de los últimos contenedores quemados, se encontraron indicios de un «iniciador retardado» del fuego, es decir, un aparato que hace que el contenedor se empiece a quemar cuando el que ha provocado el fuego no está ya allí.

Escanilla explicó que el ayuntamiento está presentando denuncias en la comisaría de la Policía Nacional cada vez que se producen estos incendios, debido precisamente a los «indicios de que hay una intencionalidad». Además, dijo que la policía científica ya lo está investigando y espera que se pueda identificar al «que atenta contra bienes comunes». Asimismo, mostró su deseo de que, «si les pillan, la consecuencia sea proporcional al daño causado».

Porque, según sus datos, la reposición de los cuatro últimos que se quemaron junto a la residencia San Francisco han costado 6.000 euros, al ser de carga lateral. A estos se suman los otros cuatro que se quemaron en la Ronda del Salvador, lo que obligó además a una familia a tener que desalojar su vivienda de madrugada. También han ardido otros tres en Sor Valentina Mirón, y en zonas del centro y La Data. En total, en torno a una quincena en lo que va de año. En el 2016, y según los datos del parque de bomberos, fueron 11 los quemados.

«Se repiten con demasiada frecuencia», subrayó el concejal, y por eso, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que, si ven a alguien sospechoso, «avisen a la policía o al ayuntamiento».

BALANCE RECICLADO/ Por otro lado, Escanilla anunció ayer la firma de un convenio con Ecoembes, organización ambiental sin ánimo de lucro, para la promoción de la recogida selectiva de envases ligeros y de papel/cartón. Por este convenio, la ciudad contará con 11 contenedores amarillos que se sumarán a los 319 actuales. Para el papel hay 173.

La responsable regional de Ecoembes, Clara Fernández, señaló que, en el 2016, se recuperaron más de mil toneladas de esos residuos con el reciclado de los placentinos. Es una cantidad similar al 2015. Plasencia se mantiene por encima de la media regional, con 12,7 kilos por habitante y año en los contenedores amarillos, en el 2016, frente a los 11 kilos de la comunidad, y 13,1 kilos en los contenedores azules, frente a los 11,4 regionales.