El policía local asignado al servicio de señalización de tráfico ha renunciado a su puesto y ha pedido volver a los turnos policiales después de declarar en el juicio que se sigue contra el ayuntamiento por el pago de facturas que le reclama precisamente la empresa que servía la pintura para los pasos de peatones y demás señales así como vestuario para los agentes.

Según la anterior concejala de Policía Local y Tráfico, Josefa Pérez Camisón, "nos temíamos represalias contra el agente y parece que había un decreto preparado contra él por matices políticos y que ha preferido irse antes para evitar problemas". El concejal delegado, sin embargo, no ha querido hacer declaraciones a El Periódico y el policía también ha preferido guardar silencio.

El agente en cuestión fue citado el mes pasado por el mismo juzgado en calidad de testigo por su condición de policía asignado al servicio de señalización a raiz de la demanda civil interpuesta por la empresa Arco Iris contra el ayuntamiento por impago de facturas cuyo importe asciende a unos 93.300 euros en diverso material.