Los controles de tráfico realizados por la policía local en el casco urbano en lo que va de año han revelado el alarmante dato de que diecisiete de los coches iban conducidos por personas sin carnet y en su mayoría menores de edad con el consiguiente riesgo para la seguridad vial.

Hasta este año la policía sólo podía poner una multa que asciende a 300 euros, pero que apenas se pagaba porque los conductores se declaraban insolventes. Desde enero, sin embargo, la normativa permite también la inmovilización del vehículo hasta un mes y tres en caso de reincidencia, lo que es ya más eficaz porque todos estos acabaron en el depósito municipal de Capote

Al final la multa puede aumentar en 180 euros a razón de seis euros por día en Capote y hasta 540 si el conductor es reincidente con lo que la policía espera poner freno a los conductores sin permiso de conducir "porque inmovilizar el vehículo teniendo que pagar una tasa para recuperarlo disuade más que la multa, que como no la podían pagar antes los parabas y al día siguiente los volvías a ver circulando", según indicó el subinspector José Antonio Quijada. Esta es una práctica habitual en menores de etnia gitana.

OJO AL CASCO Y AL CINTURON Llamativo también es que en dos meses la policía ha puesto 41 denuncias a motoristas que circulaban sin casco, lo que está consiguiendo que los más jóvenes en ciclomotores se conciencen como se puede comprobar a simple vista aunque todavía hay quien se resiste.

La policía local empezó a realizar los controles en enero y desde entonces ha inmovilizado treinta vehículos por esto, carecer del seguro obligatorio o no haber pasado la ITV. Según los datos facilitados por la concejalía de Tráfico, en enero se hicieron controles a 221 vehículos y en febrero va ya por 436. De estos dieciséis fueron denunciados por no pasar la ITV y ocho por no llevar el seguro.

Ahora están llevando a cabo también una campaña informativa sobre el uso del cinturón de seguridad y el ayuntamiento espera empezar la semana próxima los controles de velocidad con un radar móvil. Los conductores se pueden topar con alguno de estos controles en cualquier punto de la ciudad y a cualquier hora, si bien las zonas más vigiladas son la glorieta de Gutiérrez Mellado y las avenidas del Valle, Extremadura, Dolores Ibarruri y Portugal a juzgar por el primer balance policial.