Son de los peregrinos más atípicos porque pese a tener entre 50 y 62 años han decidido aparcar durante diez días sus puestos de agentes del Cuerpo Nacional de Policía para embarcarse en una peregrinación en bicicleta de Córdoba a Santiago de Compostela.

Salieron el lunes y ayer llegaron a la ciudad poco después del mediodía. Fueron recibidos por agentes de la comisaría local capitaneados por el jefe Pepe Hernández. Se les entregaron placas y diplomas, mientras la alcaldesa junto a la edil de Seguridad les obsequió con un libro de la ciudad y llaveros.

Pese a llegar cansados tras recorrer en una mañana 104 kilómetros, los nueve peregrinos no desistirán hasta llegar el día 24 a Santiago: "Para nosotros es un reto porque ya somos mayorcitos, pero también lo hacemos por devoción, para pedirle al Santo, y como convivencia".

Y se lo han tomado en serio porque han comprado bicicletas profesionales y circulan con equipaciones con los nombres de los patrocinadores como si de Indurain se tratara y con un vehículo con otros dos agentes de apoyo. ¿Su secreto para seguir adelante?: "Madrugar para evitar circular bajo un calor excesivo, beber mucha agua y parar a disfrutar de los paisajes".