Un intento de robo ocurrido el viernes en la sucursal que Caja Extremadura tiene en la avenida Martín Palomino ha llevado a la Policía Nacional a intensificar nuevamente la vigilancia en el polígono industrial después de mucho tiempo de tranquilidad en la zona.

Precisamente, desde la comisaría incidieron ayer en que "prestamos mucha atención a la zona industrial, por eso las incidencias son mínimas, pero con este intento de robo le prestaremos todavía más atención, sobre todo en jornadas extraordinarias como los fines de semana". La Policía Nacional colabora con la local en la vigilancia del polígono; de hecho la tienen repartida y la local está al cargo de la zona la primera quincena de cada mes y la Nacional, la segunda.

Aún así, fuentes policiales confirmaron que, bien de paisano o de uniforme, los agentes nacionales no descuidan la vigilancia en la zona ningún día del mes.

Respecto al robo frustrado en la sucursal de Caja Extremadura, la Policía Nacional lo achaca a ladrones de nacionalidad rumana, pero no residentes en la ciudad, sino que se habrían trasladado aquí ese día para robar y volver a marcharse. En esta ocasión, la alarma saltó y los agentes pudieron llegar de inmediato a la entidad, aunque los ladrones, que habían abierto un butrón, ya no estaban, pero tampoco pudieron llevarse nada. La sucursal reparó el destrozo provocado por el butrón el mismo viernes por la tarde y ayer abrió con normalidad.

Esta no es la primera vez que esta sucursal sufre robos, ya que en junio del año pasado varios butroneros consiguieron llegar a la caja fuerte y llevarse un botín de más de 200.000 euros. En esa ocasión, habían inutilizado antes el sistema de seguridad, por lo que la alarma no saltó.