Apesar de que la Junta ha rechazado públicamente la implantación en Plasencia de la Universidad Católica de Ávila, esta, con el apoyo del Ayuntamiento de Plasencia y el Obispado, tiene previsto seguir adelante con su proyecto y presentarlo ante la administración regional antes de que finalice el año. El PP provincial sumó ayer un nuevo apoyo a la iniciativa, de la mano de su portavoz Emilio Borrega. Así, Fernando Pizarro, acompañado por Borrega, reclamó a la Junta que «reconsidere su postura. Cuando se presente el proyecto, tendrá la posibilidad de seguir vetándolo o de rectificar».

El alcalde recordó que «llevamos años trabajando por la ampliación de los estudios universitarios en la ciudad, pero en todos estos años no ha habido ampliación en las titulaciones». Eso pese a que, como primer paso, se solicitó a la UEx y a la Junta la ampliación del campus, al igual que se añadían nuevas titulaciones en Cáceres y Badajoz. «Pero la respuesta fue negativa», incluso a pesar de que la reclamación obtuvo el apoyo de todos los grupos políticos en pleno, recordó.

Así, el ayuntamiento optó por por apoyar la oferta de una universidad privada que «tenía mucho interés y solo nos pedía espacios, no dinero». Respecto a esto, Fernando Pizarro señaló además que la UCAV tiene intención de crear un centro universitario enla ciudad, «que tributaría en Plasencia y Extremadura y se anexionaría al central de Ávila».

Ante la nueva respuesta negativa que dio la Junta en agosto, Pizarro mostró su sorpresa porque «ni nos dan lo público, ni lo privado». Pero además, esa sorpresa se ha ampliado con la aprobación de dos universidades on line en Badajoz, porque la negativa a la UCAV se basaba en que «no dejaría dinero en la comunidad y las titulaciones harían competencia a la UEx, pero es que las on line le hacen competencia y sí que no dejan dinero».

Por tanto, el proyecto sigue adelante y, el día 24, habrá una reunión en la ciudad con la rectora de la UCAV.

Según Pizarro, la intención es presentar el proyecto antes de fin de año para que la Junta lo revise en el segundo cuatrimestre del 2018 y, si la respuesta fuera positiva, podría comenzar a funcionar el próximo curso. Defendió que atraería a estudiantes, por lo que sería motor de desarrollo económico, y además crearía empleo y devolvería vida al casco histórico al ubicarse en los antiguos juzgados. «No pierdo la esperanza» y dijo esperar que la negativa no sea por ser católica o el gobierno local del PP.