Además de dormir durante días en el interior del centro cívico de San Miguel para evitar que los ladrones se vuelvan a colar por un butrón al bar que regenta y que ya han robado en ocho ocasiones, ahora el ayuntamiento ha decidido rescindir el contrato a María Gordo con la obligación de dejarlo libre este mismo mes y entregar las llaves.

La decisión municipal se ha producido tan sólo unos días después de que la arrendataria denunciara públicamente la pasividad municipal ante los robos, ya que el concejal de Barrios, Plácido Gómez, "se comprometió hace meses a poner una alarma y una reja", según Gordo, y en su lugar envió a la brigada de obras a repararlo, aunque no llegó a cerrar el agujero, por lo que decidió continuar durmiendo en el local.

YA HA PAGADO EL SEMESTRE

Pero lo que ahora ha decidido tras recibir la comunicación de rescisión de contrato es presentar un recurso mañana mismo ante el ayuntamiento porque la notificación tiene fecha de salida del 14 de enero y el propio contrato establece que, de no notificarse antes del 31 de diciembre, se prorroga automáticamente durante un año más y hasta el 2005 como máximo. Además, ya ha pedido nueva mercancía y pagado el primer semestre de alquiler al ayuntamiento e iniciado los trámites para la declaración trimestral del IVA y la Seguridad Social.

Por otro lado y, frente al silencio que mantiene la asociación de vecinos del barrio, muchos están dispuestos a encerrarse con ella en el centro cívico para evitar que la obliguen a desalojar el bar. De momento, ya ha advertido que "el local no se va a abandonar" y tras presentar el recurso esperará la próxima decisión que tome el ayuntamiento.