El pleno de ayer terminó con polémica al abandonar el PP sus escaños antes de finalizar la sesión por una intervención del expopular Miguel García Pintor. "Le ruego --a la alcaldesa-- que no suspenda el servicio de transporte público como me ha parecido entender que un grupo quiere hacer", dijo Pintor en alusión al PP. Sus concejales se levantaron y se marcharon.

Sucedió cuando el edil no adscrito había iniciado su intervención en el turno de ruegos y preguntas, que aprovechó para dar su opinión sobre dos puntos del orden del día, lo que criticó la socia de gobierno, Victoria Domínguez, y le censuró inicialmente la alcaldesa, aunque le permitió seguir hablando.

"Que se le permita hablar y decir lo que dice es la gota que ha colmado el vaso", explicó el portavoz popular, Miguel Cantero. "Nos parece indigna la actitud de la alcaldesa, parcial e injusta. A nosotros no se nos deja hablar y sí a quien no tiene derecho y a ese juego no vamos a jugar".

Respecto a los puntos del orden del día, el pleno aprobó por unanimidad la congelación de impuestos para el próximo año ya anunciada por Blanco, pero se introducen dos tasas nuevas. Las deberán pagar las empresas de telefonía móvil por ocupación de vía pública y también las entidades bancarias por la instalación de cajeros automáticos en la vía pública.

El gobierno sacó adelante también --con el voto en contra del PP y las abstenciones de los ediles no adscritos-- la subida del billete ordinario del autobús urbano, la congelación de los bonos y la creación del universal. El PP no la aprueba porque "es una subida descarada, ya que el 80% de los pasajeros utilizan el billete ordinario".