Ya sé por qué el ayuntamiento no ha encendido en todo el puente las luces de Navidad. Pues para ahorrar con lo que se nos viene encima después del estrepitoso fracaso de la negociación de las huertas. La alcaldesa nos pidió un voto de confianza en marzo tras anunciar a bombo y platillo un acuerdo histórico con los dueños. Pero puede que pierda éste y otros muchos votos en las próximas municipales visto el pinchazo cuando podía haberse apuntado el tanto de resolver la patata caliente que ha pasado de corporación a corporación con el agravante de que durante la suya corren intereses millonarios. A no ser que el jurado fije un precio por su expropiación menor del que íbamos a pagar aunque ya se sabe que el justiprecio suele acercarse más a la estimación del propietario. De todos modos para este viaje no se necesitan alforjas ni misteriosos acuerdos que acaban en desacuerdos.