Cinco días ha durado el muro de ladrillos que tapaba la fachada románica de la iglesia de San Juan. La presión vecinal forzó ayer su demolición para alivio de la asociación, a cuyo presidente, Bonifacio Santos, no le dolieron prendas en agradecer la rápida intervención del ayuntamiento para lograr que la Junta diera marcha atrás.

El agradecimiento se debe a que el proyecto en marcha del arquitecto Luis Acevedo tenía los parabienes de la Consejería de Cultura, de la que depende la obra del llamado Espacio Joven para la Creación en que se convertirá la iglesia, y ello pese a que la comisión de seguimiento del PEPRI --encargada de velar por la protección del patrimonio intramuros-- lo había condicionado a que no se ocultasen los elementos valiosos del edificio como son las fachadas.

Esta instrucción, sin embargo, "nunca la recibió el arquitecto", según el concejal de Juventud, Enrique Tornero, por lo que prosiguió la obra. Sin embargo, el arquitecto municipal Fernando Serrano,mantuvo el criterio de que las fachadas tienen un importante valor histórico porque son las originales del siglo XIII, del románico tardío. Lo que está, no obstante, en estudio es la alternativa que se dará al muro de ladrillo.