Pagar con tarjeta no es tan raro en otros mercadillos, pero en el martes de Plasencia es la primera vez y llama la atención. El de las hermanas Sandoval, de Moraleja, es un puesto innovador porque también va a estrenar página en internet. Es la segunda generación de una familia dedicada a la venta ambulante que se ha incorporado a las nuevas tecnologías, pese a las temidas comisiones, por lo que solo aceptan el pago con tarjeta a partir de los doce euros. Es más cómodo para el cliente y más seguro frente a las descuideras de todo mercadillo. Eunice, Elisabet y Ester ofrecen complementos para la mujer. "Hacemos collares, pulseras y de todo al gusto, porque lo diseñamos nosotras, y en mineral natural bañado en plata". En Extremadura solo acuden a otros dos mercadillos, en Coria y Moraleja, salvo en ferias artesanales, que también están. La acogida a su sistema de pago, dicen, ha sido buena. "La gente está respondiendo."