Una placentina de veinte años y una rusa de 26 fueron ayer las primeras mujeres en casarse en los juzgados de Plasencia. Eran una pareja de hecho de Miralvalle desde hace más de un año hasta que decidieron dar el paso "por amor --como resaltó Sheila al indicar el origen de Oksana, por lo que pudiera pensarse--porque la nuestra no es una boda de conveniencia ni por los papeles ni nada de eso". El azar quiso que se conocieran en la discoteca Moma cuando Oksana disfrutaba unas vacaciones en la ciudad y han acabado convirtiéndose en el primer matrimonio entre mujeres celebrado en Plasencia.

El amor ha sido más fuerte que los convencionalismos, generalmente más difíciles de salvar en provincias, incluso por su edad. Tampoco el idioma parece ser un obstáculo porque Oksana, que trabaja cuidando a una señora mayor, se defiende con el castellano. También Sheila tiene un empleo en el negocio familiar y solo reivindica respeto para su decisión. Los tiempos cambian y ellas solo quieren ser felices. Tienen en común con las parejas heterosexuales que llevaban desde hace un año organizando la boda.