Los profesores del Instituto de Educación Secundaria nº 6 de Plasencia, ubicado en el barrio de San Miguel, decidieron por unanimidad paralizar las clases a partir de las doce y media de ayer jueves para exigir tanto a la Administración educativa como a Iberdrola que realicen de una vez por toda la conexión eléctrica del centro.

Se da la circunstancia de que, desde el inicio de curso, el centro está funcionando únicamente con la luz de obra. Dicho enganche carece de potencia suficiente para las distintas necesidades del centro, especialmente para poner en marcha la bomba de la calefacción. Desde que empezaron a bajar las temperaturas, hace ya casi tres semanas, los profesores, los alumnos y el personal laboral trabajan soportando temperaturas de entre 12 y 14 grados.

La situación se agrava al tratarse de un centro recién construido, debido a la humedad que aún conservan las paredes. Se da el caso de alguna asignatura, como Plástica, que no es posible impartirla en su aula específica debido al frío reinante en la misma. Tampoco es posible utilizar el aula de usos múltiples para exámenes u otras actividades.

El pasar seis horas diarias en este ambiente tan poco agradable está ocasionando problemas de salud entre los profesores: "Si la afonía y los problemas de garganta son un mal endémico en la profesión docente, imagínense lo que puede ocurrir si seguimos trabajando en estas condiciones".

Hartos de que la compañía eléctrica y la Administración mareen la perdiz y den largas al problema, han decidido realizar un paro simbólico durante las últimas horas de clase para llamar la atención de los diferentes organismos y también de los padres. “No consientan que sus hijos vengan a clase en semejantes condiciones”.

Por ello, el colectivo docente no descarta durante los próximos días nuevas movilizaciones si una demanda a su juicio tan básica no es atendida y solucionada.