Se convirtió en el primer supermercado social de Extremadura, cuando se inauguró en mayo de 2010. Año y medio después, esta iniciativa promovida por una asociación sin ánimo de lucro --creada por la directora del hogar de mayores de Matías Montero, Consuelo De Miguel-- ha echado el cierre, ante la falta de un local donde instalarse. El antiguo espacio donde se encontraba el supermercado, en el barrio de San Miguel, ha sido vendido por su dueño.

De Miguel, que pasará las Navidades en Calcuta (India) como voluntaria para una oenegé, asegura que en cuanto regrese a Plasencia se pondrá a buscar "intensamente" una nueva sede. "Volveré a realizar peticiones de subvenciones y de local, para iniciar los trámites administrativos lo antes posible". En este sentido, De Miguel se ha lamentado de que ni el ayuntamiento, ni el obispado le ofrecen respaldo alguno, y realiza un llamamiento para que alguien le ceda alguna nave o almacén donde poder volver a montar el supermercado. Además, con el cierre de la tienda los seis trabajadores con discapacidad que tenía contratados se han quedado sin empleo. Una tienda que ofrecía sólo productos de primera necesidad a precio de coste, lo que suponía una rebaja del importe hasta un 80% más barato.