Mariño aprueba, en 1984, un PGOU que califica a las huertas como suelo para equipamiento.

Cabrera y Olivenza en Urbanismo fracasan en 1992 en la negociación.

Díaz con Mariño, de edil de Urbanismo, aprueban la ocupación directa en 1997, que el TSJEx suspende un año después.

Con Blanco cuentan ya los intereses visto que el Supremo da la razón a los dueños, que piden la ejecución de sentencia.