La perrera está completamente saturada, tanto que la asociación protectora de animales ya no recoge perros de las calles porque no hay espacio para ellos en la instalación municipal. A esta situación se ha llegado porque el abandono de canes no cesa y han bajado las adopciones, sobre todo las de aquellos que adquirían un animal como regalo navideño para los niños.

La saturación de la perrera es tal que ha superado el número de animales permitidos, que serían cincuenta, mientras que actualmente hay unos setenta, según los datos de la protectora. Su presidenta, María Salud Mateos, ha explicado que "solo recogemos los heridos" y considera que en la perrera habría espacio para un centenar de perros, pero "habría que ampliar las fosas sépticas y hacer una solicitud de ampliación".

El volumen de la perrera no bajará mientras no aumenten las adopciones y en estos meses, la protectora ha detectado un descenso. Culpa a la crisis porque "la gente no tiene mucho dinero y se ha convencido de que comprar un perro cuesta, los 20 euros de la adopción más 25 porque salen con su microchip y su cartilla". Precisamente, el hecho de llevar microchip "hace que muchos se lo piensen porque es más difícil abandonarlos y que no localicen al dueño".

Eso sí, se felicita por la bajada de adopciones como regalo: "Dos personas han adquirido perros para regalar y el año pasado fueron cinco o seis". Lo achaca a que "machacamos mucho con el hecho de que un perro no es juguete y requiere cuidados".