Los propietarios del céntrico pub Tube tendrán que eliminar de su fachada esta selvática pintura mural por decisión de la comisión de gobierno, que se ha mostrado sensible a la recomendación que le hizo la oficina de rehabilitación integral (ARI) por considerar que la pintada "es un grave atentado contra el patrimonio".

La propiedad encargó el mural a unos grafiteros , que no tuvieron empacho en pintar sobre los sillares de granito que el Plan Especial del Recinto Intramuros obliga a conservar y con tonos que no recoge la carta de colores del PERI. Toda la fachada en sí está protegida por tratarse de un edificio intramuros, que está situado en la calle Cartas con esquina a la calle Borrego.