TEtn estos días, en Plasencia, muchos preadolescentes están asistiendo, sin probablemente ser muy conscientes de ello, a un cambio diacrónico que a su vez está repleto de sincronía. Un cambio fundamental en sus vidas que les marcará y recordarán siempre.

Del uno al doce de febrero está abierto el proceso de preinscripción para estudiar secundaria en el curso 2016/2017 en alguno de los seis centros de la ciudad. Con toda probabilidad, la formación va a ser similar en cada uno de ellos y, sin embargo, al menos cuatro institutos de Secundaria de Plasencia han abierto sus puertas en un facilitador horario de tarde, para mostrar sus singularidades.

Este paso del colegio al instituto es vivido por los chicos y chicas con el significado de: "hacerse mayor", sentido percibido por los padres, conscientes de su equivocada percepción de adultez, quienes muestran temor, infundado habitualmente, sobre lo que pueda pasar y que optan por la sobreprotección ante la elección a tomar, condicionando el libre desarrollo y la educación del menor.

En cuestiones de hijos no hay normas y cada cual educa con el mejor criterio posible y, llegar al instituto no es enviar a su hijo a una oscura cueva sin linterna ni arnés de seguridad; hoy en día existen medios para que hacerlo sea suave y sin tropiezos. Motivo por el que, esencialmente, se lleve a cabo esta apertura de puertas en donde se muestran, no sólo las instalaciones, sino también, donde se explica el programa académico, su funcionamiento interno, la oferta de actividades extraescolares desarrolladas en cada centro, etc. En definitiva, la presentación y el acercamiento de lo desconocido a padres y futuros alumnos, para favorecer la elección más adecuada a cada estudiante. Pues, dada la similitud de todos los IES, tanto que ahora mismo, ni el anteriormente exclusivista bilingüismo lo es o pretende serlo, al final, la mejor opción y condición sine qua non es la de los amigos, ir en grupo a descubrir un nuevo mundo es siempre acertado. ¡La aventura comienza!