"El colegio Miralvalle y el Roque Aguayro de Agüimes, en Las Palmas, nos hemos asociado para un proyecto de aprendizaje entre iguales, tanto profesores como alumnos", auspiciado por el proyecto Promece del Ministerio de Educación, según explica la directora del segundo de los dos centros, Eloína Rodríguez.

Por ello, diecinueve niños canarios estuvieron durante cinco días, hasta el viernes, acogidos en casas de compañeros placentinos, quienes les devolverán la visita en septiembre. Este calendario ha limitado la elección a niños de quinto curso de Primaria, "los de sexto se van y los de cuarto son muy pequeños", aclaraba la directora del centro local, María José Oviedo.

Mientras los profesores han ampliado sus miras metodológicas mediante visitas al otro centro que incluían talleres ante sus homólogos, los niños han pasado cinco días recorriendo la región, "Mérida, Cáceres, el Valle del Jerte, Monfragüe y La Vera".

Unos viajes a los que los niños canarios no están acostumbrados, a diferencia de la integración con los alumnos locales, que fue casi instantánea: "Llegaron ayer y ya están jugando todos juntos".Y es que "el viaje más largo de allí puede ser de tres cuartos de hora, no se creían que fueran a durar tanto los viajes entre uno y otro sitio", asegura la directora canaria.

Además del intercambio cultural y gastronómico, con una comida de productos típicos a la llegada de los estudiantes, los niños han intercambiado un árbol típico de cada zona, de forma que, desde ahora, habrá un alcornoque en el Roque Aguayro y un drago en el Miralvalle.