La expectación fue ayer máxima durante el laborioso montaje del puente peatonal que une el barrio de San Juan con el parque de los Cachones. 117 toneladas de peso, 75 metros de largo y casi seis de ancho bajo un arco colgado de diez metros de altura son las características técnicas que obligaron a emplear grúas de grandes dimensiones para su instalación, que congregó durante toda la mañana a numerosos curiosos, incluso desde las ocho de la mañana en que empezaron los trabajos y hasta las dos que terminaron.

La llamada pasarela peatonal forma parte del proyecto de adecuación de las márgenes del río en ejecución por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo y tiene la particularidad de que ha sido fabricada por una empresa extremeña con sede en Malpartida de Plasencia, Tecmoncade. Como también extremeña es Grúas Eugenio, compañía placentina que ha hecho el montaje.

Aunque el público no podrá atravesar en al menos cinco días el puente a falta de remates como la pintura, según indicó a pie de obra Angel Luis Ibáñez, gerente de Tecmoncade, en cuya fábrica han dado forma al diseño de la CHT. "Aunque la forma ovalada de la barandilla ha sido cosa nuestra por seguridad para impedir que se puedan subir los críos", precisó.

El espectacular montaje no pasó ayer desapercibido. "Yo llevo aquí desde las nueve de la mañana y no me voy hasta verlo anclado", decía uno de los numerosos vecinos que no perdieron ojo. Hubo que cortar el tráfico de los alrededores así como la luz por seguridad mientras los técnicos de ambas empresas supervisaban las labores. "De máxima precisión", advertían los responsables de Grúas Eugenio.

El puente, verde, que evitará la ruptura del paseo a lo largo de las riberas del río cuesta unos 900.000 euros y tres meses de fabricación. La misma empresa hace todavía la siguiente pasarela que se instalará, si no fallan las previsiones, en menos de dos meses a la altura de La Data.